Acabados estriados, arenados, coloreados, con inclusiones
Paso a paso
1
En el suelo y en una de las paredes, traza la ubicación del tabique y materializa la primera fila de ladrillos con una línea paralela a 8 cm de la primera.
2
Rascar la pared para una buena adherencia del mortero.
3
Con mortero blanco, verter una suela de unos 4 cm de espesor y colocar en ella 2 fierros retorcidos antes de alisar la superficie.
4
Coloca tus ladrillos manteniendo siempre la misma distancia gracias a los espaciadores.
5
Compruebe la horizontalidad con el nivel de burbuja y rellene los espacios entre los ladrillos y entre los ladrillos y las paredes.
6
Reemplazar un cordón de mortero, colocar los hierros verticales entre los ladrillos, luego, a ambos lados, los hierros horizontales.
7
Añadir tableros de encofrado, controlando la horizontalidad y verticalidad de la obra.
8
Repite la operación hasta completar tu tabique, prestando mucha atención a los posibles goteos de mortero, que deberás retirar inmediatamente.
9
En cuanto fragüe el mortero, quitar los tirantes y sobre todo igualar las juntas. Para ello, utilice una plancha conjunta. Trabaja primero en las costuras verticales.
10
Limpiar con una esponja húmeda y dejar secar al menos dos días ventilando la habitación.
ES BUENO SABER
Últimamente, existen nuevos sistemas de montaje, fiables, rápidos y estéticos. La primera consiste en utilizar un PVC que recubre el mortero, reforzando así el aspecto de la rejilla. El segundo, “Steckfix” de Saverbat, es una junta de silicona tintada o translúcida, tan fina (de 3 a 4 mm de grosor) que ¡es prácticamente invisible! Para ayudarle a alinear perfectamente los ladrillos de vidrio, coloque tablas de encofrado a ambos lados de la primera fila de ladrillos y sujételas con las abrazaderas. Saber hacer de todo - decoración del hogar © La maison rustic - Ediciones Flammarion, 2006