Coliving: definición y beneficios.
Una tendencia que no te habrás perdido: el coliving se desarrolla desde la década de 2000. Apareció primero en los Estados Unidos, luego en Europa y en Francia en particular. Hoy en día, hay cada vez más soluciones de convivencia en las grandes ciudades (París, Marsella), en los suburbios de París o en las regiones. Hacemos un balance de este seductor estilo de vida alternativo.
¿Qué es el coliving?
El co-living es una forma de vivir juntos, con varias personas o varias familias, en un edificio o incluso en una casa grande.
La palabra “coliving” significa “vivir juntos” (“co” + “living” en inglés). El concepto destaca la convivencia entre diferentes hogares. Cada uno es independiente, tiene espacios privados (un apartamento en un edificio o un dormitorio con baño y cocina pequeña, por ejemplo en una casa grande). Y todos tienen acceso a espacios compartidos: cocina grande, sala de estar, posiblemente gimnasio, posiblemente biblioteca, jardín. Varios servicios también son o pueden ser compartidos entre los habitantes: varias suscripciones a servicios de ocio (streaming…), Wifi, clases (yoga, deporte…), etc.
Es fácil imaginar casas grandes o edificios pequeños compartidos por varias personas mayores que están solas, son independientes y quieren vivir en una pequeña comunidad agradable. También vemos muchas familias verdes que eligen compartir este tipo de hábitat para vivir de una manera sencilla, eco-responsable y cerca de los humanos y la naturaleza.Co-living es en realidad para todos. A los Millennials que se han acostumbrado a los servicios compartidos (carpooling, coworking.). Para familias con niños que deseen adoptar una forma de vida original. Para personas que viven solas y que desean integrarse en una pequeña comunidad solidaria. A las parejas que quieran compartir sus experiencias… En definitiva, ¡a todo el mundo!
Porque la convivencia tiene muchas ventajas: una vivienda en general bonita, sana y bien aislada; un costo moderado para acceder a la vivienda; el contrato de arrendamiento es flexible (para cambiar de opinión, por supuesto, y no arriesgarse a estropear su propia experiencia o la de los demás); servicios compartidos cuyo precio es por lo tanto razonable; la independencia se mantiene en su espacio privado; una gran idea para luchar contra la soledad; una forma de hacer amigos (¿o de hacer encuentros románticos?); un estilo de vida a menudo ecológico (cada edificio o casa de convivencia tiene sus propias reglas de vida y destaca ciertos valores sociales o ambientales, por ejemplo).
Esta forma de vida alternativa se está desarrollando en las grandes ciudades (coliving en Burdeos, coliving en París, coliving en Toulouse, coliving en Lyon, Marsella…), en ciudades de Ile-de-France, grandes y pequeñas pueblos regionales. Así que hay algo para todos.
¿Por qué elegir la convivencia?
Para cambiar tu forma de vivir. ¿Alguna vez te has sentido solo en medio de una multitud en una gran ciudad? Es normal. Es fácil estar oculto y anónimo en una gran ciudad. El coliving permite crear pequeñas comunidades de habitantes que se conocen, se reconocen, se ayudan e incluso pueden formar amistades. No se trata de encerrarse con el pequeño grupo de habitantes de un mismo edificio, sino de compartir la vida, en cierta medida, con personas dispuestas como nosotros a intercambiar, discutir, pero también a resolver dificultades, apropiarse y compartir. Buenos tiempos. Los edificios o casas de convivencia generalmente tienen normas para el uso de las áreas comunes, el pago de rentas y servicios, y también para la vida en comunidad.En el coliving, las normas establecidas también permiten que todos los residentes tomen decisiones sobre la vida en comunidad por unanimidad. Algunas comunidades pueden destacar ciertos valores en particular: la ayuda mutua, la ecología… Los habitantes se entrenan en un círculo virtuoso para vivir bien juntos.
Para ahorrar dinero. Esta es una de las grandes ventajas del coliving: el precio. Un poco como un piso compartido, pero con independencia y búsqueda de comodidad en la vida. Cada hogar debe pagar alquiler (o comprar su propiedad - la parte privada) y también pagar servicios compartidos como energía, servicios de ocio (streaming por ejemplo), limpieza si es necesario, estos servicios al ser compartidos le cuestan menos a cada habitante que si habían tenido que pagar solos por el mismo servicio en su alojamiento individual tradicional. En un planteamiento de co-living también existe un espíritu solidario, un plus que puede marcar una gran diferencia.
Adoptar un estilo de vida ecológico. La convivencia compartiendo valores (solidaridad, ecología.) te permite aprender y hacer tu forma de vida aún más verde. Los edificios o casas de convivencia pueden ofrecer consejos tanto para ahorrar dinero como para limitar los residuos: jardín compartido para cultivar frutas y verduras, compostador para reducir los residuos, fuente de energía verde, colector de residuos, agua… También puede haber objetos compartidos: una lavadora máquina para todo el edificio, un robot de cocina que nos prestamos…