Un revestimiento para proteger y vestir tu fachada
Para proteger y vestir su fachada exterior, ¿qué mejor que un yeso? Le dará estilo a su hogar pero también ofrecerá una protección eficaz contra el desgaste y la intemperie. Para elegir el revestimiento adecuado, estos son nuestros consejos. Encuentre más artículos sobre el tema: Presupuesto de obras de fachada
¿Qué es un recubrimiento?
Un revestimiento es el acabado de una fachada. Se puede aplicar sobre una nueva superficie para terminar una construcción o sobre una pared vieja, para una renovación. Se aplica sobre piedra, ladrillo, hormigón u hormigón celular. Hay varios tipos de recubrimientos (orgánicos, minerales de silicato). El más indicado para paredes exteriores es sin duda el yeso orgánico (con resina acrílica). Tiene máxima cobertura. El yeso generalmente tiene varios usos: decoración (y acabado), protección (impermeabilización) y corrección de errores (reapuntalamiento, estandarización). Los recubrimientos actuales se aplican mediante pulverización, a diferencia de los recubrimientos tradicionales que se aplican manualmente.
La elección del revestimiento
Existe una amplia gama de recubrimientos. Colores, tipos, anticuados… Naturalmente, todos son impermeables y decorativos. Por tanto, la elección se hará de acuerdo con varios criterios. Naturalmente, hay que tener en cuenta el color y el estilo de tu casa, así como las condiciones exteriores (tipo de suelo, humedad, etc.). Por lo tanto, las casas construidas en áreas donde hay perturbación sísmica deben cubrirse con yeso de cal. Este último consistirá en cal, aditivos orgánicos, agregados, pigmentos minerales y repelentes de agua a granel. Tiene una excelente elasticidad que evitará microgrietas en el caso de movimientos de tierra. La solidez del color es excelente y es ecológica (yesos de cal y cáñamo). Si tiene prisa, el revestimiento de una sola capa (cemento, agregados, aditivos orgánicos, pigmentos y repelentes de agua a granel) es ideal. Surge y se seca rápidamente.
Un revestimiento bien aplicado y bien mantenido.
Antes de cualquier aplicación de un recubrimiento, es necesario asegurarse de que el soporte no esté mojado. También debe estar limpio y sin polvo. La aplicación se realiza generalmente en tres manos (excepto en los yesos monocapa). Para conseguir un buen alisado, es mejor tener paciencia. El yeso debe estar ligeramente endurecido (aproximadamente media hora de espera) antes de aplicarlo con llana. Para mantener el yeso en buen estado, su fachada debe limpiarse con regularidad. Una capa de yeso debe limpiarse todos los años. Lo mismo ocurre con las fachadas de colores claros. Las fachadas enyesadas con cal requieren menos mantenimiento si el sustrato se ha preparado adecuadamente. Sin embargo, es necesario planchar una capa de cal cuando el yeso se cansa. Aunque es un yeso fuerte, la cal se vuelve blanca con el tiempo.