Como todo trabajo estructural, la renovación de un muro de piedra puede parecer inalcanzable. Pero con un buen diagnóstico y el equipo adecuado, la tarea puede estar a su alcance y su pared recuperará su antiguo encanto.
De que estar atento
Antes de comenzar a trabajar, debe examinar su pared para determinar qué trabajo debe realizarse. ¿Qué tipo de piedra se utilizó (caliza, esquisto, etc.)? ¿Cómo se les preguntó? ¿Hay piedras dañadas que necesiten ser reemplazadas o es solo el sello desmoronándose? ¿Es un muro de piedra camuflado detrás de una capa de cemento que quieres revelar? Tantas preguntas que deben hacerse antes de comenzar el trabajo. Si su pared es demasiado inestable, es posible que necesite un profesional.
Muro de piedra exterior
Ahora que ha examinado correctamente su pared y se ha asegurado de que sea sólida, puede comenzar a trabajar. En el caso de una pared exterior, el acabado será más rústico. Después de limpiarlo y cepillarlo, las juntas a rehacer o las piedras a cambiar son más visibles. El replanteo consiste en retirar las piezas que ya no sostienen, pero sin dañar las piedras sanas. Las juntas suelen ser de cemento para resistir las inclemencias del tiempo. Luego deberá dosificar el cemento correctamente y rellenar los agujeros. Después de un período de descanso, un enjuague final y un cepillo revivirán el aspecto original de su pared.
Muro de piedra interior
Las paredes interiores se pueden tratar de la misma manera inicialmente (limpieza, piquete), pero la junta dependerá de la piedra, su color y el acabado que se quiera agregar. El porro de lima es el más tradicional, pero requiere cierta habilidad. Luego de determinar la cantidad de piedras que quieres dejar visibles, puedes colocar tu articulación, cuidando de humedecerla para una buena adherencia y no olvidar ningún lugar. Una vez cepillada la pared y aclarado el exceso de junta, tu pared de piedra recuperará todo su encanto.