Las botellas de plástico recicladas y las tradiciones locales van de la mano
Iniciado en 2011, el proyecto Pet Lamp sigue creciendo y estamos encantados. Porque al combinar una base ecológica y el deseo de preservar las tradiciones locales de los pequeños artesanos del mundo, es un proyecto de diseño que realmente tiene sentido. Al crear lámparas a partir de botellas de plástico elaboradas artesanalmente con el saber hacer local, Pet Lamp da valor al trabajo artesanal, tanto desde el punto de vista estético como del interés general. El proyecto Pet Lamp ha tenido como objetivo desde el principio reutilizar los residuos plásticos para darles nueva vida. Los pronósticos más pesimistas predicen que en 2050 habrá más plástico por peso que peces en los océanos. Al extender la vida útil de las botellas de plástico usadas, Pet Lamp Project intenta aligerar la ecuación y reducir la cantidad de desechos que quedan. La primera colección de Pet Lamp nació en Colombia en 2012, en colaboración con artesanos pobres de Bogotá. Poco a poco, la red se expandió y la producción llegó a Chile en 2013, demostrando la adaptabilidad del proyecto en otros contextos. Una victoria que dio alas a los fundadores del programa, empujándolos a probar la aventura en Asia y África.
Nace la primera colección de Pet Lamp en ColombiaDiseño y respeto por las tradiciones locales
Cada comunidad de artesanos, al participar en el proyecto, lo enriquece: cada uno aporta al concepto básico sus tradiciones, sus materiales favoritos, pero también su cultura y sus colores. Por tanto, cada colección es diferente. Pet Lamp, lejos de la idea de reubicar la producción, por el contrario ancla la implementación de sus modelos en un contexto local y adapta su modelo y sus creaciones a él. Así llegó Etiopía en 2014 a hacer su aporte al edificio, seguida en 2015 por los artesanos japoneses y en 2016 por las mujeres mapuche, una comunidad indígena de Chile poco integrada en la vida del país. Y como toda zona del mundo, cada grupo de trabajo tiene varios temas, cada recogida es una victoria y una prueba de que podemos abordar un problema global, el de los residuos plásticos, con soluciones locales.
El cuerpo de la botella está cortado para permitir el tejido.Basadas en la artesanía de cada país y utilizando materiales disponibles localmente, las colecciones Pet Lamp a veces están hechas de bambú, fibras de palma, raíces de álamo o lana gruesa. Las distintas colecciones sucesivas son, pues, todas diferentes, aunque resultan de un concepto idéntico, y son responsables de la identidad de quienes las elaboraron. La colección Pet Lamp presentada este año en el Salone del mobile de la galería Rossana Orlandi de Milán fue realizada en Japón por artesanos expertos en trabajar con bambú, un material característico ligado a muchas tradiciones locales. Inspiradas en el látigo utilizado durante la ceremonia del té, las lámparas producidas son el fruto de un largo trabajo para integrar el bambú y el plástico de forma armoniosa.
En Japón, el bambú se usa en botellas de plástico.Una botella que se convierte en lámpara
Porque el concepto básico es siempre el mismo. La forma de la botella determina la estructura de las lámparas: el cuello acomoda los componentes eléctricos mientras que el cuello le da al objeto su estructura rígida. Es el cuerpo de la botella el que, una vez cortado en tira, constituye el armazón del tejido y el soporte del trabajo artesanal que dará todo su carácter a la lámpara. Desde el punto de vista estético, el proyecto también es un gran éxito. Las colecciones coloridas y gráficas están compuestas por piezas únicas. La artesanía y la elección aleatoria de colores crean una variedad de resultados de gran riqueza visual. Las lámparas se pueden comprar individualmente, pero a menudo es en un juego de tres, seis o doce donde se expresa mejor su potencial. También existen conjuntos monumentales de dieciocho o veinte lámparas. Reservados para grandes espacios, combinan producciones de varios continentes, muestran la variedad de formas y resaltan toda la diversidad que se puede encontrar dentro de este hermoso proyecto. Lejos de ser un programa único, Pet Lamp, por el contrario, se basa en un enfoque sostenible que se expandirá aún más. Junto con la búsqueda de nuevas alianzas, las colaboraciones de años anteriores continúan y continúan creciendo. Porque la idea es, de hecho, ampliar siempre la red de artesanos participantes y promover más conocimientos locales. Después de América del Sur, África y Asia, la compañía ahora apunta a Oceanía. Premiado con numerosos premios por su diseño innovador y compromiso ético, el proyecto Pet Lamp recibió el premio CODESPA en 2013 y un Premio Delta de ADI FAD en Barcelona en 2014. Pero si los trofeos llueven sobre esta ambiciosa empresa, el mejor de los premios sin duda reside en el éxito unánime alcanzado con cada presentación de las lámparas en las galerías más bellas del mundo.