Aislamiento térmico del hogar, de suelo a techo
El aislamiento térmico es fundamental para tener un hogar que consuma la menor cantidad de energía posible. En última instancia, esto le permitirá ahorrar dinero en su factura.
Comience con aislamiento térmico en el suelo.
El aislamiento de los pisos depende de la situación de cada vivienda, y más especialmente de lo que está debajo, como por ejemplo un sótano. Lo ideal es que haya un sótano, es decir un espacio hueco y ventilado entre los piso de la casa y lo que hay debajo, bodega u otro. Si hay alguno, todo lo que necesita hacer es proporcionar a su techo paneles aislantes. De lo contrario, tienes que cavar uno. Si esto no es posible, existen otras soluciones. La forma más sencilla es probablemente crear una losa a nivel. Esto implica colocar el aislamiento en el suelo y verter una losa de hormigón sobre él.
Paredes: aislamiento desde el interior o el exterior
Por su parte, las paredes representan hasta una cuarta parte de la pérdida de calor cuando están mal aisladas. En cuanto al aislamiento térmico de las paredes, existen dos métodos principales: o el aislamiento se realiza desde el interior, o bien el aislamiento interior ofrece un mejor precio / relación de rendimiento, pero tiene una desventaja importante en el sentido de que elimina una pequeña parte del espacio habitable. Por otro lado, mantiene intacta la fachada exterior, lo que es ideal si se acaba de rehacer, tener en cuenta que una no impide que la otra. Es posible aislar tanto el interior como el exterior para un aislamiento aún mejor.
El techo: la lucha contra los puentes térmicos
Al igual que ocurre con los muros, para el aislamiento térmico de la cubierta se utilizan diversos materiales: lana de vidrio o lana de roca, aislamiento sintético, materiales renovables (el corcho es una madera perfecta para ello), etc. Análisis de posibles puentes térmicos. Se trata de defectos de aislamiento que dejan pasar el calor. Las fallas suelen estar al nivel de las ventanas. Los profesionales tienen cámaras térmicas para detectarlos. Si tiene la impresión de que su casa pierde calor con facilidad, considere la posibilidad de realizar un diagnóstico antes de comenzar a trabajar.
Ahorre dinero con aislamiento térmico
Una vez realizado el aislamiento térmico, lo único que hay que hacer es lucrar, las obras encaminadas a un mejor aislamiento térmico dan derecho a beneficios fiscales. El crédito fiscal para la transición energética, o CITE, es el mejor ejemplo. Pero una vez más, investigue antes de comenzar a renovar su hogar. De hecho, el CITE, como todas las demás iniciativas, está sujeto a condiciones.