¿Te gusta tu rosal? ¡Multiplícalo!
Los esquejes son una técnica de multiplicación interesante en más de un sentido. Es simple, requiere poco equipo y prácticamente sin costo. Sin embargo, su éxito no es sistemático y será necesario respetar algunas “reglas” para aumentar las posibilidades de éxito. De hecho, algunos riesgos de falla (pudrición, contaminación, desecación…) aguardan sus esquejes. La variedad de rosas duplicadas también puede ser un factor determinante, ya que algunas toleran mejor los esquejes que otras. De todos modos, esta técnica sigue siendo bastante interesante, incluso gratificante, porque permite conservar -salvo raras excepciones- todas las características de la planta original, incluso si los esquejes siguen siendo, en principio, menos resistentes que una rosa injertada. Aquí tienes algunas razones para practicar los esquejes: - Duplica una planta mimada. - Agrande con un seto o cree arriates. - Intercambio entre jardineros, regalar a familiares. - o simplemente el deseo de experimentar. Si tienes poco tiempo, opta por la siembra directa en el suelo, tendrás menos éxito, pero la naturaleza está bien hecha, te sorprenderá ver que tus esquejes comienzan la primavera siguiente. La naturaleza a veces se adapta a los caprichos de los jardineros …
Dificultad : Fácil
Costo : prácticamente cero
Herramientas necesarias : - Tijeras de podar - Un guardián
Paso 1: desinfecte su herramienta
Se recomienda el uso de una herramienta afilada para evitar astillar los extremos. Desinfecta con alcohol o calienta la cuchilla con un encendedor.
Paso 2: prepara tu mezcla
Prepara el suelo para recibir los esquejes. Su esqueje no tiene un patrón, por lo que es mejor usar una mezcla aireada de 1/3 de tierra para macetas, 1/3 de arena y 1/3 de turba. La ligereza de la mezcla facilitará el drenaje y promoverá el desarrollo de las raíces.
Utilisez des pots différents pour éviter les risques de transmission des maladies, mais il est possible aussi d'utiliser des contenants plus grands à la condition que vous ne les peupliez pas trop, et que vous en utilisiez plusieurs, toujours dans un souci d'éviter los riesgos.
Paso 3: recorta la base del tallo
Después de seleccionar un tallo, elija un tallo que sea joven del año, todavía verde, pero no demasiado flexible, que tenga 4 o 5 yemas por nacer. Corta la rama en la base 1 cm por debajo de una yema.
Los brotes son visibles al comienzo de cada hoja.
Paso 4: recorta la parte superior del tallo
Corte la parte superior demasiado suave a 0,5 cm por encima de un ojo, en ángulo, en la pendiente opuesta a la yema para evitar cortarla durante la poda.
Paso 5: quitar las hojas
Diluir dejando los cogollos.
Paso 6: plantar el esqueje
Con una estaca, una hoja de cuchillo o un dibble, haga un agujero piloto un poco más grande que el diámetro del tallo a plantar (para no dañar los cogollos).
Inserte con cuidado el corte, empújelo en 2/3 del camino hacia arriba, dejando un ojo o dos que sobresalgan.
Apisone firmemente la tierra alrededor.
Separe los esquejes a 5 cm o más de distancia, esto evitará que las raíces se enreden y la posible propagación de enfermedades.
Paso 7: proteja sus plantaciones
Proteja los esquejes con una campana, bolsa o debajo del marco. Evite exponerlos a la luz solar directa al mediodía, en septiembre todavía hace mucho calor.
Paso 8: Riegue y observe
Riegue si es necesario, pero no demasiado y controle la humedad ambiental y la temperatura, que no debe bajar de 5 ° C. Con la llegada del invierno y las primeras heladas, puedes proteger tus esquejes dejándolos resguardados de los vientos. Plante sus macetas en arena, turba o cualquier otro compuesto que esté lo suficientemente ventilado para hacer un buen aislante. También puede cubrir sus macetas con hojas para proteger las ramitas.
Paso 9: plantar en primavera
Mientras espera la primavera, riegue de vez en cuando, pero sobre todo no toque los esquejes, corre el riesgo de romper las finas raíces que se desarrollan.