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Muy estética, de fácil mantenimiento, la persiana romana te permite jugar con luces y sombras. Por lo general, está hecho de un lienzo liso o estampado, y está diseñado para ser muy práctico de usar y fácil de instalar, como las persianas venecianas. A continuación se ofrecen algunas sugerencias para una instalación óptima.
Elección de material
Después de elegir el modelo que más le convenga, debe recolectar las siguientes herramientas: cáncamos, soportes de metal, semillas, un martillo, tornillos, una abrazadera.
Persiana romana: posicionamiento de cáncamos y soportes
En primer lugar, se debe preparar el toldo, que consiste en una tabla de soporte a la que se ancla la lona. Los cáncamos que permiten recortar encima de la ventana se colocan en la superficie inferior del soporte donde colgará la persiana. Habrá que recordar colocarlos para no entorpecer el deslizamiento de los cordones en las anillas. Luego agregue los soportes, atornillados en los bordes del tablero.
Montaje de los ciegos romanos
La persiana se fija encima del soporte. Hecho esto, los cables deben estar conectados a los bucles inferiores y luego a los pitones del estante. Compruebe que tengan la misma longitud en ambos lados para no desequilibrar el conjunto, luego ate los orillos.
Fijación del montaje
Después de instalar los soportes, instale la persiana encima de la ventana que se instalará, a unos diez centímetros del marco. No olvides atornillar en la pared el pestillo sobre el que colgarán los cordones que accionan la lona. Si la persiana está destinada a equipar una sola hoja, basta con atornillar los sujetadores simétricamente y luego sujetar la instalación para ocultar finalmente las cabezas de los tornillos.
Cheques
Compruebe que cuando esté doblado, el lienzo no obstruya la apertura de las hojas. Manipule el toldo para asegurarse de que se despliega y se pliega sin obstrucciones, que el cable no tiene obstáculos. Advertencia: una persiana romana eléctrica es más difícil de instalar debido a su mecanismo.