¿Qué papel juega la casa en nuestra psique?
Dicen que los lugares tienen alma. Descifrado de Alberto Eiguer, psiquiatra, presidente de la Asociación Internacional de Psicoanálisis de Pareja y Familia, autor de numerosos libros, entre ellos "El inconsciente de la casa" (ed. Dunod). Alberto Eiguer : El lugar en el que vivimos es mucho más que un techo para aislar de la lluvia o el frío. Refugio de la familia, encarna el pasado y contiene la memoria, a veces de varias generaciones. También es el lugar donde tienen lugar los eventos más íntimos: se hace el amor, se concibe a los niños allí, incluso nacieron allí en el pasado. En la casa se realizan celebraciones familiares, almuerzos dominicales y cumpleaños. Pasa en el tiempo como nuestro cuerpo: como él, envejece, se mantiene, se transforma. Las paredes simbolizan la piel que envuelve a la familia, y cada habitación encarna una función vital (reproducir, alimentar, lavar, etc.). La casa nos representa, que aparece claramente en los sueños donde representa el cuerpo del soñador y sus partes; el techo y el ático, en las imágenes oníricas, simbolizan la cabeza, el pensamiento o la aspiración a un ideal. La bodega evoca el pasado y nuestros impulsos subterráneos. ¿Influye en nuestra vida la forma en que organizamos nuestro interior? Ciertamente. Habitat refleja la forma en que construimos nuestros lazos familiares. Algunas piezas, como la sala de estar, dicen mucho sobre la calidad del habla entre los miembros de la familia. El hábitat también refleja las ambiciones e ideales, las prioridades que uno se fija para tener éxito en la vida, la disponibilidad para comunicarse con los cercanos. Si queremos estar juntos durante mucho tiempo, revestiremos las paredes y los objetos de una forma especialmente cálida. Algunos lugares de la vida pueden favorecer el desarrollo personal, otros obstaculizarlo: es el caso de casas superpobladas, mal ordenadas e inoperantes, o muebles heredados de antepasados con pasado doloroso. ¿Tiene la casa de hoy alguna característica especial? La casa ha cambiado con los tiempos y con la sociedad. En el siglo pasado, las habitaciones se sucedían una a otra para que los visitantes pudieran vislumbrar lo que allí ocurría, especialmente en los dormitorios. La casa actual da más espacio a la privacidad. Sin duda, esto se debe a que el futuro de la intimidad familiar parece amenazado: los divorcios y las reorganizaciones familiares debilitan los lazos. La telefonía móvil y las computadoras están abriendo cada vez más el espacio privado a la vista exterior. En este contexto, ¿qué pasa con la idea de hogar? El dormitorio se ha ido convirtiendo poco a poco en el espacio íntimo por excelencia, sin duda ante esta evolución. Este es un fenómeno bastante reciente. Algunas piezas han ganado más importancia. El baño, un espacio antes dedicado a la higiene, ahora está dedicado al placer. Lo decoramos más, lo equipamos a menudo a un gran costo y esta habitación ocupa cada vez más espacio. Esta es claramente la sala donde más se expresa el autocuidado y el narcisismo. La cocina también está creciendo: un espacio oral, muchas veces comemos allí, hablamos, los niños hacen sus deberes, recibimos amigos sin ceremonia. La cocina de hoy es un nuevo espacio para la convivencia. ¿Cuál es la habitación más importante de la casa? Este es el dormitorio de la pareja: aquí es donde hacen el amor, conciben hijos. La vida de la familia se ramifica en torno a este eje. La forma en que está configurada esta sala dice mucho sobre el estado de privacidad de la pareja. Esta es la habitación a la que menos van los extranjeros, donde la "apariencia" importa poco. Sin duda por este motivo, poco se invierte en mobiliario o decoración. Un dormitorio cálido e íntimo es obvio: está dedicado al territorio del sueño y no tiene un escritorio o área de televisión que distraiga a la pareja y los mantenga alejados. Dormir en un sofá cama en la sala de estar, como hacen algunos padres hacinados después del nacimiento de un hijo, revela que la importancia de la sexualidad en la vida de la pareja ha disminuido.¿Los colores juegan un papel especial? La elección de colores, tapices o pintura puede reflejar el estado de emociones de los habitantes. Los colores cálidos como el rojo o el amarillo expresan emoción y alegría. Colores fríos, derivados del azul, el negro, la moderación o la tristeza. También depende de la habitación y el espacio. Pero es difícil generalizar. Los pasillos generalmente tienen colores neutros. Si una habitación está dedicada al descanso, un color brillante la perturbaría. El verde es un color vigorizante, pero puede interrumpir el sueño si se usa en un dormitorio, por ejemplo. Finalmente, la inclinación por la monotonía o la tristeza da como resultado la elección de colores idénticos para cada espacio. ¿Qué revela la moda del bricolaje actualmente de moda? El embellecimiento y transformación de la casa es de gran importancia psíquica. A través de este trabajo en las paredes se puede buscar el bienestar familiar, que se puede o no se puede encontrar (el problema está entonces en otra parte, especialmente en una relación poco consolidada con los propios padres). ¿Por qué esta boga por los productos semiacabados, por el bricolaje o por el montaje, paredes o muebles, herramientas baratas? Estas tareas están dirigidas al esfuerzo y al trabajo manual de género: el hombre retoca o trabaja en el jardín y la mujer mantiene la casa. Cuando la distribución de estas tareas es rígida, a menudo revela que la diferencia sexual se rompe en la pareja: la inversión excesiva en retoques es una forma de afirmar el poder fálico. También hay personas que no pueden realizar trabajos necesarios o incluso imprescindibles, como cambiar la instalación eléctrica. Dudan porque los cambios los asustan. Tienen miedo de perder el contacto con el pasado o de ser felices, de divertirse. También para no reconocer más la identidad familiar. Por tanto, es natural que una mudanza sea inquietante … Es un momento emocionalmente intenso, un momento de tomar riesgos. Cada vez que nos movemos, reproducimos el gesto inicial de emancipación, la salida de los padres. No es solo un gesto material sino también psíquico que se anticipa, se prepara. Nos movemos tomando nuestro hábitat interior, es decir la representación psíquica de nuestro interior. Es esto lo que nos ayuda a reconstruir nuestra relación sentimental en el nuevo lugar. A algunas personas les cuesta mudarse, o salir de la casa de sus padres y así delatan su dificultad para emanciparse. Es cierto que moverse es un momento inquietante, antes, durante y también después. Luego tienes que volver a tejer otros vínculos con el nuevo lugar a través de hábitos, objetos a los que te aferras y eso lleva tiempo. Tendemos a ver la mudanza como una prueba negativa, cuando es principalmente un gesto positivo, un proceso de transformación y mutación. Por falta de muda, como algunos animales, nos trasladamos a otra casa en determinadas etapas de la vida. La mudanza reproduce el modelo de la crisis familiar: sentimiento de ruptura, desborde emocional, extrañeza, resolución y progresión. Esta crisis a menudo resulta en una mejor situación.