La función de aire forzado promueve una distribución uniforme del calor en todo el interior del horno.
Usar su horno correctamente y mantenerlo regularmente son las dos claves para maximizar la vida útil de su electrodoméstico. Modos de cocción, termostatos, uso de opciones… ¡Revelamos todos los secretos de una receta perfecta!
¿Qué método de cocción para qué tipo de plato?
Aire caliente, convección natural, grill, grill de aire forzado … Los hornos actuales ofrecen distintos modos de cocción que no conviene utilizar de ninguna forma. La convección natural es un método de cocción que distribuye el calor de manera uniforme gracias a sus resistencias colocadas en el techo (arriba) y el piso (abajo). Se recomienda para hornear pasteles, soufflés y trozos de carne magra (ternera o caza), siempre que se utilice solo un nivel del horno. Si buscas una carne muy tierna, ¡opta por una cocción suave! La función de aire forzado (o calor por convección) promueve una distribución uniforme del calor en todo el interior del horno gracias a los ventiladores colocados en la parte trasera. Es ideal para hornear pasteles, aves o grandes trozos de carne, y permite cocinar varios alimentos al mismo tiempo sin mezclar sus olores o sabores. El modo grill es el preferido para asar bistecs, salchichas, tostadas y trozos de pescado: es ideal para carnes muy tiernas de costillas, lomo o solomillo. Si elige el modo de parrilla de aire forzado, la resistencia de la parrilla y el ventilador funcionarán alternativamente, promoviendo así la textura crujiente de los alimentos.
¿Y los termostatos?
Las temperaturas indicadas en las recetas a veces se convierten en un termostato (de 1 a 10). Si desea conocer las correspondencias en grados, todo lo que tiene que hacer es multiplicar el valor del termostato por 30. Ejemplo: Termostato 4 = 120 ° C. Se prefieren los termostatos pequeños (3 o 4) para alimentos "delicados" (como el merengue por ejemplo) o cocciones prolongadas como el caviar de berenjena o la pierna de 7 horas. El termostato 5 es ideal para hornear filetes de lenguado, galletas, macarrones o pasteles ligeros. Los pescados más gruesos, los petits fours, los pasteles y los soufflés requerirán un termostato 6. Finalmente, los grados más altos son los preferidos para carnes, gratinados, pasteles y pasteles.
Limpia bien tu horno
Para que un horno funcione de manera óptima, es fundamental mantenerlo con regularidad, sobre todo si eres un cocinero asiduo. Este mantenimiento pasa ante todo por una limpieza a fondo, ya sea manual, catálisis o pirólisis. Después de cada uso del horno, cuando esté tibio, recuerde limpiar cualquier saliente y comida derramada: ¡es mucho más fácil limpiarlo sobre la marcha que esperar hasta que no esté demasiado sucio! Algunos cocineros tienen la costumbre de cubrir las paredes y las bandejas del horno con papel de aluminio para no ensuciarlo: un error para no repetir nunca porque las láminas deterioran el esmalte de tu electrodoméstico. Finalmente, use el lado amarillo de la esponja en lugar del raspador para no dañar la pared frágil y porosa (para modelos de catálisis) de su horno.
A retener
¿Acaba de instalar su nuevo horno en medio de los muebles de su cocina? Recuerda calentarlo vacío por primera vez (a una temperatura en torno a los 200 ° C) durante 1 hora, dejando la puerta entreabierta para evacuar los olores y humos que emanan del horno. Posteriormente, el precalentamiento, aunque sea durante unos minutos, permite dorar determinadas carnes, preservar el valor nutricional de los alimentos o incluso "levantar" la masa.