Cuando el hombre y la naturaleza son uno
Grégory Chidaine imaginó tres casas de jardín en el corazón de la región del Mont-Blanc. Estas viviendas como ninguna otra se llaman amablemente sábanas habitables. Apasionado de la piedra y las plantas, el paisajista francés (nacido en 1973) es conocido en todo el mundo por haber dado a luz el concepto de arquitectura natural. Késako? Una fusión entre la casa y el jardín, pero también entre el hombre y la naturaleza.
Una primicia mundial
Es la primera vez que se crean estos lugares de vida. Y por una buena razón, ¡están lejos de ser tradicionales! Las casas diseñadas por Grégory Chidaine están hechas con formas vegetales en uno de los parajes naturales más protegidos del mundo: el Mont-Blanc. Estos también están numerados y firmados por el diseñador.
Las casas construidas con arquitectura natural están escondidas en la naturaleza.
Se construyen a partir de plantas, respetando el medio ambiente y el lugar en el que se erigen. El objetivo es que el hábitat se convierta en uno con la naturaleza, para que su integración en el paisaje sea óptima.
Arquitectura natural, una filosofía de vida
En la arquitectura natural, son necesarios largos registros botánicos y de observación. También se deben respetar varias limitaciones materiales, como la no utilización de estructuras rígidas para ir en dirección opuesta a una arquitectura fija, o la búsqueda de una comprensión del lugar en lugar de la aplicación de reglas clásicas.
Más allá de las limitaciones técnicas, este concepto nos llama a despertar todos nuestros sentidos para sentir el lugar en el que nos encontramos y las emociones que nos evoca, olvidando la división entre el interior y el exterior.
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